Lo prometido es deuda. Dije que el libro iba a salir en su
versión digital y así es. Con cierto retraso pero, por fin, a 17 de Enero del
2014, La Marca del Guerrero está disponible en formato e-pub desde la página dela editorial. También, tal como dije, sale a un precio adecuado al mercado,
1,99 (+ IVA). Por debajo de los 3 euros establecidos como tope por parte de los
propios consumidores.
El libro está optimizado para UBReader (software gratuito),
por si os dan problemas otros programas en Android, y no debería tener ningún
problema con dispositivos de libros electrónicos. De momento, no se ha
planteado su salida al mercado en formato compatible con el gigante de Amazon
(Kindle).
Algunos me preguntan si no tengo miedo a que el libro se
piratee. Mi respuesta es: Ninguno. No tengo ningún miedo a que el libro se
piratee. Por un lado, porque el que piensa pagarlo y recompensarme por mi
trabajo lo va a hacer, y el que no, no lo haría en ningún caso. Y por otro lado,
porque el pirateo permite al que verdaderamente no puede pagar ni siquiera esos
dos euros acceder a él. Porque entre que no me paguen nada y no me lean, y que
no me paguen nada y me lean, prefiero lo segundo. Cierto es que quiero cobrar
por mi esfuerzo, que si puedo dedicarme a escribir y quiero dar más libros a la
cultura necesito poder vivir, al menos en parte, de ello. Cierto. Pero eso
queda en las conciencias de los lectores clandestinos y en sus deseos de leerme
de nuevo.
Mi conciencia está tranquila. El libro ha quedado a un
precio bajo para que la mayoría alcance a leerme sin pirateos, he tenido que
trabajar personalmente, y mucho, para que el libro digital saliera. He hecho
cuanto tenía que hacer, y ahora queda en manos del público, de los que me leéis,
aceptar y valorar mi trabajo o no. No importa cuántas trabas quisiese poner,
tratar de ahogar la difusión de un contenido en internet es, como se suele
decir, “ponerle puertas al campo”. Así que no hay trabas por mi parte.
Disfrutadlo y, los que podáis, sed consecuentes y honestos, pagad por él. Porque
si los artistas no pueden dedicarse a su arte, no hay arte ni cultura que pueda
difundirse.
Por mi parte, mantengo la postura que siempre he tenido a
este respecto:
Cultura, siempre,
accesible.
Gracias a todos.